Despiece de la infancia. Diputación de Málaga. Poesía.
(La ilustración es de Lola Catalá)
Cogías a puñados las almendras,
las olivas negras,
las cerezas.
Un trozo de pan, cortado
con premura.
Todo en esa mochila donde a veces
temblaba el perro.
Y partías muy lejos,
al perdido rincón de aquel jardín.
Sobrevivías en una trinchera
entre los lirios, muy cerca del agua
y muy lejos de Dios y de los hombres.
Una semilla necesitaba soledad
y eso eras con las piernas pequeñas
y las manos pequeñas
y la boca repleta de cerezas.
La tarde escanciaba ante tus ojos
su jarra de silencio.
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